sábado, 24 de noviembre de 2007

¿Taxi o colectivo para los abuelos?



“¡Que se tomen un taxi!” grita Eugenia de 19 años en referencia a la gente mayor que sube al colectivo de la línea 39. “Yo pierdo tiempo y varios pasajeros se enloquecen si un abuelo tarda en subir… Cuando hay mucho tráfico o hace mucho calor es peor. Los argentinos no tenemos paciencia” reflexiona Gustavo, chofer del coche.
Los colectivos de la línea 39 demoran entre 10 y 20 minutos en llegar a sus respectivas paradas. En de Santa Fe y Junín hay cinco personas que esperan por el vehículo y entre ellas una pareja de pelos blancos. El sol obstruye varios campos visuales, la temperatura es alta y los bastones de madera parecen estar cansados de esperar.
Teresa tiene 82 años, problemas de movilidad en la pierna izquierda y sus ojos “ya no funcionan como antes”. “Tengo que hacer las compras diarias del mercado, ir al médico… ¡Es todo un presupuesto circular por la ciudad en taxi! No me queda otra opción que andar en colectivo de aquí para allá” manifiesta. Los argumentos de la abuela se oponen a los de Eugenia, quien sostiene que “la gente mayor se sube al bondi y tarda siglos en subir, contar las moneditas, pagar, agarrar el vuelto y sentarse”.
“No debería estar permitido que gente con capacidades diferentes o abuelos viajen en colectivo. No sólo por mí sino por ellos. Veo discusiones a diario de todo tipo(…) La gente mayor no está en condiciones de lidiar con pasajeros malhumorados por un asiento” expresa Gustavo. Teresa recuerda que hace 20 años, cuando tomaba el colectivo y le cedían el lugar la hacían sentir vieja entonces se enojaba y viajaba parada: “ahora la gente es más desconsiderada que antes. Un joven me vio subir al colectivo y se hizo el dormido para no levantarse del asiento, pero es la sociedad en la que vivimos y tengo poca fe en que las cosas cambien. Mientras tanto, pienso seguir viajando con o sin mi marido en este transporte”
Chicos, adolescentes y adultos trabajadores toman el colectivo para llegar a sus casas, trabajos o lugares de estudio. “No tengo por qué llegar tarde o perder tiempo hasta que la gente con movilidad reducida se acomode en el bondi. ¡Que se tomen un taxi!” reitera Eugenia.

1 comentario:

errebe dijo...

Uno de los blogs más interesantes del curso, en temática y diseño. Nos vemos!