jueves, 25 de octubre de 2007

El impacto social de las drogas


La drogadicción juvenil depende de una debilidad del sistema educativo del país y la despenalización de estos productos podría favorecer un mejor control de los mismos por parte de quienes los consumen. Además sería de utilidad para que comprendan qué es lo que buscan a través de estas sustancias.
Los recursos materiales y humanos del Poder Judicial deberían prevenir la drogodependencia y ayudar a los adictos a superar su enfermedad en vez de orientarse sólo en controlar a las víctimas de las drogas: sería prudente que se hiciera foco en quienes las trafican. El Estado debería funcionar con un modelo protector en el que la justicia persiga a los narcotraficantes y el Ministerio de Salud y otras áreas del Estado vinculadas con las políticas sanitarias, educativas y sociales se .
No todas las drogas son iguales ni hacen igual de bien o mal. Además varias de las sustancias legalmente aceptadas perjudican al cuerpo. Las drogas ilegales no son sinónimos de delito y hay productos -especialmente el alcohol- que disparan igual o más violencia social. Como las drogas son ilegales y desde el punto de vista ético son mal vistas por la sociedad se dificulta generar una política de prevención o reducción de daños.
La legalización y despenalización de las drogas transformaría un problema policial y de violencia en un asunto de salud pública. Si las medidas se llevaran a cabo, a posteriori se deberían realizar campañas para desincentivar su uso, así como con los cigarrillos.




Marina Ailín Schapiro

1 comentario:

Victor Manuel Espinosa Pons dijo...

Yo pienso que la culpa de que un joven tome drogas no es de los padres sino de el porque un padre o madre que trabajen mañanas y tarde para que su hijo tenga lo que necesite ese padre no puede bijilar lo que hase su hijo, asi que la culpa es del que las bendes.